Pasadas las 10 de la mañana y con la fila ya interrumpida, ingresaban a la capilla ardiente las últimas personas a despedir los restos del ex mandatario cuando se presentó un grupo peculiar: los mozos de la Casa Rosada. No por desconocido, menos cercano a la familia Kirchner.
Muy emocionados, aplaudieron y saludaron a la Presidente, y durante algunos minutos ellos también sintieron el calor del afecto de los políticos allí presentes, a quienes supieron o saben aún hoy servir.
Entre los más emocionados se ubicó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien no ocultó sus lágrimas y congoja ante el emotivo cuadro.
fuente:sudamericana

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